Hola de nuevo, en este apartado os voy a explicar cómo me he enfrenado a la pintura de uno de los carros más reproducidos de la II Guerra Mundial, el Tiger 007 en el que Michael Wittman hizo su último combate.

Como siempre antes de empezar a pintar aplico una capa de spray de imprimación gris de Vallejo para mejorar el agarre posterior de la pintura.

En el artículo anterior, sobre el montaje ya se veía la base sobre la que trabajar, el color XF60 de Tamiya que aplique con aerógrafo. Os adelanto que todas las pinturas de Tamiya que utilizo las diluyo en un porcentaje de  25% de alcohol isopropílico, 25% de agua y 50 % de pintura. En algunos casos, para realizar efectos más suaves, diluyo la pintura al 40% frente al 60% de alcohol / agua, pero lo ideal es que vosotros mismos hagáis las pruebas con la dilución y la presión de compresor que más os guste.

Lo dicho, empezamos dando una base de XF-60 de Tamiya, la cual aclararemos con un trabajo de modulación con el mismo color y unas subidas de luces de una mezcal color carne y blanco. ¿Por qué el color carne? Al utilizarlo como color de desgaste e iluminación, evitamos una luz excesiva, y da una mejor sensación de desgaste. Probarlo en uniformes monocolores y veréis que el efecto es mucho mejor que aplicando solo blanco para la subida de luz. Realmente, la modulación en vehículos de varios colores no es muy necesaria, aparte de ser bastante complicada, por lo que en este caso no hacía falta, pero me apetecía 🙂

Hay muchísimas maquetas pintadas de diferentes maneras para representar este carro, y las fotografías sobre él tampoco nos aportan demasiado, así que he acudido a uno de los perfiles que me han dado más seguridad y que creo que es más fiel a la realidad. Una vez dada la base, aplico con mucho cuidado las culebrillas del camuflaje.

Para esta tarea trabajo a mano alzada, con la presión a 0,5 bar y la pintura más diluida que la base, esto nos permite trabajar con líneas más finas que podremos repasar si es necesario. He utilizado primero el verde de Tamiya XF 61 y posteriormente el marrón de Tamiya XF64

El Tiger es un vehículo con unos ángulos muy marcados, y al pintar el camuflaje quedara un poco plano. Vamos a resaltar el volumen con una mezcla muy diluida (menos del 40% de pintura) de marrón + negro de Tamiya. Ojo, esto no es un perfilado, ni nada parecido, simplemente vamos a jugar con la luz y recorrer los principales volúmenes del carro para destacarlos. El trazo tiene que ser fino y sutil. En este caso si utilizo plantillas de cartulina fina, que recorto en los ángulos precisos para hacer más fácil y seguro el trabajo.

En este punto nos paramos a poner las calcas. Aquí el trabajo no es fácil, ya que el zimmerit nos dificultara la adherencia y puede quedar muy visible que es una calca. Empiezo aplicando una mano de barniz brillante a todo el carro, que mejora la adherencia de la calca y nos servirá para trabajar mejor con los oleos posteriormente. Una vez seco el barniz, utilizando Micro Set colocamos y fijamos  la calca, y una vez seca con un paño, la ablandamos con Micro Sol. Este proceso es muy delicado, ya que además del Zimmerit tenemos que posicionar los numerales sobre los visores de los laterales de la torreta.  Micro Sol  ablanda la calca, pero puede que en algún punto se nos rasgue o cuartee. En este caso le daremos la forma en la que tiene que ir bien colocada, y después de barnizar y secar  de nuevo en brillo retocaremos con blanco de vallejo y un pincel fino.

También pintaremos con mucho cuidado en blanco  el símbolo de la unidad, el batallón pesado de la 101 tanto en la parte delantera como en la trasera.

No sé si os habréis fijado que en algunos puntos hemos eliminado el Zimmerit, que era una pasta antimagnética que se colocaba encima de la chapa del carro. El color de esta pasta es de un gris amarillento, pero tampoco hay que volverse loco con el tono, ya que los diferentes tratamientos al carro alterarán el tono.

A partir de aquí vamos a empezar a desgastar la pintura del carro con diferentes técnicas. Tengamos en cuenta que tampoco debemos exagerar, el sistema de mantenimiento alemán era eficiente, y no creo que se pudieran encontrar esas chatarras ambulantes que se ven en algunos concursos de modelismo.

Los arañazos: hay muchas técnicas para realizar los arañazos de un vehículo que transita por zonas de bosques, recibe impactos y golpes. Esponja, laca, sal… tenemos muchas posibilidades, pero para mí, en esta escala, la forma más controlable y realista es la clásica del pincel de toda la vida. Para empezar debemos pensar en qué ambiente se mueve el vehículo. En este caso es verano, en zona de monte bajo y setos vivos y muchos árboles de mediano porte. Esto nos indica que los arañazos se recibirán principalmente en la parte delantera y laterales, y que no serán muy profundos. El óxido será poco abundante y pueden aparecer algunos golpeteos de piedras levantadas del suelo.

Empezamos utilizando un pincel muy fino y el color verde kaki de Vallejo aclarado al 50% con un color Arena Iraquí también de Vallejo. Con este tono queremos reflejar los arañazos menos profundos que solo afectan a la superficie. Con una cantidad de pintura muy controlada realizaremos los recorridos de los arañazos y picaduras que puede haber sufrido el vehículo entre dos periodos de mantenimiento. Como detalle personal, procuro hacer un pequeño arañazo en los principales numerales o cruces, llegando hasta fuera de ellos para que queden mejor integrados en el carro. Después tomamos el color marrón cuero de Vallejo y sobre algunos de los arañazos que ya hemos hecho aplicamos líneas más finas y quebradas que representan esa pintura que ha saltado del todo y el óxido que deja el metal al descubierto.

En este momento realizaremos las picaduras de pequeños impactos de armas cortas o piedras levantadas del suelo por otros vehículos. Es un proceso largo y pesado pero con paciencia, puede ser muy satisfactorio.

El desgaste de la pintura: la climatología, el sol, el polvo y el uso deterioran y desgastan los colores de cualquier vehículo, y más si se encuentra en situación de combate. La clásica técnica de los oleos aplicados con pequeños puntos y barridos hacia abajo con un pincel plano sigue siendo para mi muy satisfactoria. En la parte superior de las planchas los tonos más claros, blanco, ocre claro, kaki claro, de la marca Titán. Marrón, pardos y  verde para las partes inferiores que  generan un efecto muy atractivo al fundirse.

Imprescindible el color sombra tostada. Lo utilizo para crear churretones de suciedad escurrida, dar sensación de más profundidad en los recovecos y perfilar las piezas más grandes como la cúpula o escotillas. Una vez seco este tratamiento, volvemos con los oleos pero para acentuar efectos como polvo escurrido por la lluvia con una mezcla de blanco y ocre claro, o aumentar los chorretones de suciedad con el sombra tostada.

El toque final lo da el color oxido transparente, también de Titán, que utilizaremos muy prudentemente, con un pequeño toque de pintura, escurrido con un pincel plano en aquellos lugares donde creamos que el metal ha sido más expuesto a la lluvia o el impacto ha sido más profundo

En este punto es conveniente dar una pasada de aerógrafo con  barniz mate o con spray mate de forma muy controlada para proteger el trabajo de los oleos.

Para mí ya estaba suficientemente trabajado el carro, pero puede que a alguno de vosotros le guste más trabajado o destrozado, es cuestión de gustos y de añadir más óxidos y suciedad.

Ahora pasamos a las herramientas y detalles de metal al descubierto.

La cúpula del comandante es una zona de mucho tránsito y desgaste por lo que después de haber dado un abundante trabajo de golpes y arañazos en el carril de la MG le aplicamos un sutil toque de metal. Recientemente encontré el color negro metálico nº 71073 de Vallejo  que me ha encantado para simular el color acero. No llega a ser negro, pero tampoco es plata y da un contrapunto muy interesante a los óxidos. Lo aplico principalmente en las aristas con un pincel plano. Este mismo color lo utilizo en las herramientas como palas, picos y todas aquellas que no se pintan con el carro o que se despintan por el uso. Un toque ligerísimo  de este metal negro los eslabones de la cadena  de la torre refuerza su aspecto metálico.

El color madera siempre es difícil y además varía mucho en función del tiempo que ha llevado expuesto a la intemperie. No he querido representar las herramientas con madera muy viejas, así que pinto el taco de madera del gato, los mangos de las herramientas y las baquetas de limpieza del cañón en color ocre claro de Vallejo, aclarando las vetas con blanco y terminando las vetas oscuras con color marrón chocolate también de Vallejo. El gato propiamente dicho debe recibir un tratamiento muy fuerte de desgaste, que contraste con el resto del carro, ya que era una herramienta de mucho uso y con fuertes desgastes.  Como dato curioso, comentaros que los mangos de las tenazas no eran realmente de madera, si no de baquelita, un material rojizo, pero  ¿no vamos a ser tan quisquillosos verdad? 🙂

A las herramientas con menos uso  les doy un lavado muy diluido de rojo caballería o marrón mate de Vallejo para simular el comienzo de la oxidación por la intemperie y para matar el excesivo brillo que pudiera surgir.

Los bordes superiores de los tubos de escape y de sus protectores, sufren un intenso calor, por lo que pierde su pintura y se oxidan rápidamente, además de recibir mucha carbonilla de la quema del combustible. Por eso los oxidamos con marrón cuero muy diluido como primera capa, marrón cuero rojizo como segunda y ocre de Vallejo, todo ello trabajado en fresco para que mezcle mejor la pintura.

Una vez seco he utilizado oleo negro, blanco y crema para simular los efectos del quemado y la carbonilla.

Ya solo nos quedan las cadenas y las ruedas. Estas las mantuve aparte sin pegar  para pintarlas más cómodamente.  Las ruedas van en el XF 60 de Tamiya al que una vez seco  le hemos añadido sombra tostada muy diluida  para acentuar los recovecos y detalles tipo tornillos etc.

La cadena la he pintado con color marrón de Vallejo  y una vez seca le he aplicado pigmento de MIG color tierra europea, que he fijado con white spirit (un aguarrás especialmente refinado). Una vez seco retiramos con un dedo o un pincel fuerte el exceso de pigmento que haya quedado en las zonas de rozamientos con el suelo de las cadenas  y le damos un ligero toque negro metálico con un pincel plano para simular el rozamiento. Recordad que las ruedas también son metálicas, por lo que deberemos aplicar el color metálico en la banda de rodadura de las mismas y en la zona por donde corren de las cadenas.

Con esto lo di por terminado  aunque se podría haber añadido mucho más pigmento en los bajos para simular barro seco, pero no quería tapar más detalles del carro.

Espero que os haya gustado. Aprovecho para poneros algunas fotos de otros vehículos trabajados con estas técnicas para que veáis las diferencias que pueden existir.

Un ejemplo potente de desconchones y rayas  en un Stug sin terminar de envejecer:

Ejemplo de planchas oxidadas en un Panther G:

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